La indignación y la función política de la psicología
Resumen
En el capítulo 7 de la Interpretación de los sueños, publicada en 1900, Freud recuerda los siguientes versos del poeta alemán Heinrich Heine: Rara vez me comprendieron Y pocas los comprendí a ustedes, Sólo cuando nos encontramos en la mierda Nos comprendimos al instante.
Estas líneas atrajeron mi atención a partir de los recientes acontecimientos ocurridos en todo el mundo, y que son la razón por la cual el día de hoy y hace dos o tres semanas nos hemos reunido para discutir en torno a una variedad de temas cuyo denominador común parece ser una palabra cuyo sentido no acabamos de delimitar: indignación. Pero me parece que las líneas citadas del poeta reflejan bien el estado de ánimo general, porque ante acontecimientos tan heterogéneos como la ya llamada “primavera árabe”, el movimiento estudiantil chileno y otros tantos en Sudamérica, los indignados españoles, los ocupas de Nueva York, Boston y otras ciudades norteamericanas, a pesar –reitero- de su heterogeneidad, todos ellos han propiciado algo así como una empatía contagiosa en los que seguimos, a la distancia geográfica pero en la cercanía mediática, los eventos relativos a tales reacciones sociales.